Hasta la adolescencia la vida nos hace a nosotros, somos títeres, y nos sentimos los reyes del mundo, pero después debemos hacer algo con la vida y nos volvemos mendigos del sentido y perdemos el rumbo y nos sometemos a los reyes, hasta la muerte.
Aunque a veces, con algo de suerte, luego de ser reyes y antes de someternos a otros reyes, damos unos pasos firmes, sin cetro y sin corona, con una sonrisa de satisfacción... efímera, pero plena.
...y lo peor de todo que los reyes son siempre los mismos. Un amigo me decia el otro día, ¡esta vida es una mierda! y le respondi sarcasticamente; No te quejes, si esta vida fuera una mierda, ya te hubieran dado tu parte!! Un abrazo
...y perdemos el rumbo ...creo que es ahí donde comenzamos a buscarnos, y si nos encontramos.... , hasta la muerte. Yo me encontré. Mi beso gigante, Ignacio!!
Las fases de la vida. Eso sí, seguro que titiriteros no seremos nunca, ni siquiera de nosotros mismos. Así iremos, siempre, para siempre.
ResponderEliminarCariños!
Aunque a veces,
ResponderEliminarcon algo de suerte,
luego de ser reyes
y antes de someternos a otros reyes,
damos unos pasos firmes, sin cetro y sin corona,
con una sonrisa de satisfacción...
efímera, pero plena.
Un beso gigante.
SIL
Por siempre títeres!
ResponderEliminarSaludos!
Un pensamiento un tanto complicado con el cual concuerdo.
ResponderEliminarSaludos cordiales,
Aída
...y lo peor de todo que los reyes son siempre los mismos. Un amigo me decia el otro día, ¡esta vida es una mierda! y le respondi sarcasticamente; No te quejes, si esta vida fuera una mierda, ya te hubieran dado tu parte!!
ResponderEliminarUn abrazo
Choqué de frente contra tus letras.
ResponderEliminarMi abrazo, siempre.
...y perdemos el rumbo ...creo que es ahí donde comenzamos a buscarnos, y si nos encontramos.... , hasta la muerte.
ResponderEliminarYo me encontré.
Mi beso gigante, Ignacio!!
Bueno, yo no estoy de acuerdo, yo creo que hay una interacción mundo-nosotros siempre.
ResponderEliminarBesos
Por la libertad absoluta.., para que nunca, nunca! nos sometamos..
ResponderEliminarBesos, Ignacio