Si a la frase le quito lo de "frenéticas", podría aplicar la idea a la situación relacionada con el texto de mi conversión en insecto al mejor estilo Gregorio Samsa.
Pero si pienso a la frase tal cual la escribiste, las aristas del asunto se extenderían a situaciones de muy diferentes formas. Sexualmente hablando, comprobado está que dos personas que se quieren pueden infringirse daños con el único propósito de recibir placer. El sadismo y el masoquismo son cuestiones bastante tabúes pero que no por eso dejan de estar presentes. A veces el dolor se entrelaza con el placer y la capa que los separa es muy delgada. Muchas otras veces los golpes son productos de mentes enfermas. Pero creo que todo depende de la situación ante la cuál estemos hablando.
Frenesí que nace de la propia autocomplacencia y el otro no es más que un vehículo para lograrla.
ResponderEliminarbuen día Ignacio, un besote
Pues no las quiero, si son de la mano que ha pegado.
ResponderEliminarBesos y susurros cálidos
O anuncian la cachetada.
ResponderEliminarPara intentar una absurda compensación.
ResponderEliminarLas caricias y tantas otras cosas...
Es una ley repitente, que en general no da resulado.
Beso inmenso, Ignacio.
SIL
Ciertamente, la mano que pega luego acaricia así, pero por suerte, no todas las caricias frenéticas provienen de una mano que pega ;)
ResponderEliminarBesotes
¿El que te quiere te aporrea no? Nunca he entendido ésto, pero seguro nunca he profundizado. Lo haré.
ResponderEliminarSaludos cordiales,
Hasta pronto, un abrazo.
Es cierto. Buscan compensar el dolor supongo. Pero no alcanza.
ResponderEliminarBeso.
Cierto doy fé de ello por desgracias..
ResponderEliminarBesos.
...no recuerdo una caricia frenética de la única mano que me ha pegado. ¿será porque yo era muy pequeña?
ResponderEliminarMi beso gigante
Tal vez sea porque es la mano del arrepentimiento ¡no??
ResponderEliminarBesos.
Lejos de esas caricias por favor,
ResponderEliminarAunque hay golpes que no las dan las manos
Y duele por siempre.
Imposible recuperarte de algunos golpes besos
que realidad tan asquerosa..!!! es verdad...
ResponderEliminarSi a la frase le quito lo de "frenéticas", podría aplicar la idea a la situación relacionada con el texto de mi conversión en insecto al mejor estilo Gregorio Samsa.
ResponderEliminarPero si pienso a la frase tal cual la escribiste, las aristas del asunto se extenderían a situaciones de muy diferentes formas. Sexualmente hablando, comprobado está que dos personas que se quieren pueden infringirse daños con el único propósito de recibir placer. El sadismo y el masoquismo son cuestiones bastante tabúes pero que no por eso dejan de estar presentes. A veces el dolor se entrelaza con el placer y la capa que los separa es muy delgada. Muchas otras veces los golpes son productos de mentes enfermas. Pero creo que todo depende de la situación ante la cuál estemos hablando.