Sí, mi patio está lleno de esas furutas (mal chiste, ni siquiera tengo patio). Ambas van de la mano, es verdad. Pero la soledad es rara, porque generalmente es una elección, que podemos disfrutar o no, pero la elegimos. La nostalgia está basada en aquello que ya nos pasó. Y puede evocar esos momentos compartidos (cuando la soledad aún no se había entrometido) o viceversa, esos momentos entrañables de soledad, reflexión y paz. Raro raro. Está muy buena la frase. CAriños!
Son árboles que nunca faltan en los patios... Sus raíces calan profundo. Levantan los mármoles que en teoría te protegen. Sus frutos son amargos de noche. Y dulces de día, cuando antes de comerse, se lavan con una cuántas lágrimas.
Esta frase me ha hecho pensar qué tipo de soledad deja crecer ese fruto. Uno puede estar solo, fisícamente, y rememorar. Pero también puede no estarlo y sentirse solo igual. Creo que, al fin de cuentas, el fruto crece sin importar la clase de soledad que nos invada.
ignacio, tanto tiempo... con los cambios de blog, las vacaciones y demases medio como que perdimos el contacto. ya entro a votar tu blog, por supuesto!
Sí, mi patio está lleno de esas furutas (mal chiste, ni siquiera tengo patio).
ResponderEliminarAmbas van de la mano, es verdad. Pero la soledad es rara, porque generalmente es una elección, que podemos disfrutar o no, pero la elegimos. La nostalgia está basada en aquello que ya nos pasó. Y puede evocar esos momentos compartidos (cuando la soledad aún no se había entrometido) o viceversa, esos momentos entrañables de soledad, reflexión y paz.
Raro raro. Está muy buena la frase.
CAriños!
...uf,...nada más cierto,Ignacio!!!
ResponderEliminarUn beso gigante..., como siempre.
Son árboles que nunca faltan en los patios...
ResponderEliminarSus raíces calan profundo.
Levantan los mármoles que en teoría te protegen.
Sus frutos son amargos de noche.
Y dulces de día, cuando antes de comerse, se lavan con una cuántas lágrimas.
Divino, Ignacio.
Un beso gigante.
SIL
Creo que todos llevamos un arbol de la soledad dentro de nosotros...
ResponderEliminarY cada tanto nos muestra sus frutos...
Besos cielo, que pases un bonito jueves!!!
Esta frase me ha hecho pensar qué tipo de soledad deja crecer ese fruto. Uno puede estar solo, fisícamente, y rememorar. Pero también puede no estarlo y sentirse solo igual. Creo que, al fin de cuentas, el fruto crece sin importar la clase de soledad que nos invada.
ResponderEliminarSaludos!
y mientras más nostalgia se siente más soledad pide la piel
ResponderEliminarsaludos
ignacio, tanto tiempo... con los cambios de blog, las vacaciones y demases medio como que perdimos el contacto. ya entro a votar tu blog, por supuesto!
ResponderEliminarBien dicho... Ese arbol crece en todas partes (es yerba mala por eso nunca muere)
ResponderEliminarabrazo
Druida.
El árbol de la nostalgia crece por no mirar al futuro
ResponderEliminarque bueno que haya gente que pueda verlo, que pueda recogerlos...me lleva a un tema de gabo ferro..."la fruta que disfruto..."
ResponderEliminarabrazo
... y la nostalgia es ... el cordón umbilical entre el pasado y el presente.
ResponderEliminarY hay que saber regarlo convenientemente, en su justa, injusta o desmesurada medida.
ResponderEliminarUn abrazo Ignacio!
Kike
¡Pues si que está creciendo!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, la soledad hace mal! Y vivir de recuerdos tb! Un saludo.
ResponderEliminarLa soledad es una tierra muy fértil.
ResponderEliminar