a veces es una lástima cuando algo impide la acción de ese puño cerrado. Esa acción no abre el corazón, tampoco es muy pacífica ni cristiana q digamos, bla bla bla, en fin..te leo, me gusta! bss
El odio contamina todo…daña el corazón mas de lo que la imaginación pueda llegar a pensar…saludos,que disfrutes tu fin de semana, un abrazo, parabienes …
También ocurre con el dolor, hay una mano generosa y un corazón genereso herido que se cierran para protegerse y cicatrizar...así debería ser, odiar es la opción individual... Odiar por envidia, por ambición, por fanatismo... ciertamente el puño y el corazón se cierran y golpean juntos...
Ignacio; Gracias por tus bellos comentarios en mi espacio. Siempre es un gusto recibir palabras sinceras de alguien tan sensible como vos.
A mí se me han cerrado los puños y el corazón muchas veces, víctima de profundo dolor, presa de la decepción, de la impotencia y de muchas cosas más. Pero en un instante mágico, alguien te mira, te acaricia, y uno vuelve a creer. Uno vuelve a empezar...
Te mando muchos cariños. Gracias por ser tan amable conmigo.
El odio cierra las dos cosas y apaga la vida.
ResponderEliminarGracias por la visita.
Te sigo ...leyendo...
Besos:)
Bueno... yo creo que aunque sea por odio el corazón también se abre. Ese es el problema precisamente. Que se abre al odio y se llena de ponzoña.
ResponderEliminarBesos.
Hahahahahahaha, contundente. Suerte.
ResponderEliminarQue mal cuando el corazón se cierra!!!
ResponderEliminarBesos
a veces es una lástima cuando algo impide la acción de ese puño cerrado. Esa acción no abre el corazón, tampoco es muy pacífica ni cristiana q digamos, bla bla bla, en fin..te leo, me gusta! bss
ResponderEliminarEl odio contamina todo…daña el corazón mas de lo que la imaginación pueda llegar a pensar…saludos,que disfrutes tu fin de semana, un abrazo, parabienes …
ResponderEliminarTambién ocurre con el dolor, hay una mano generosa y un corazón genereso herido que se cierran para protegerse y cicatrizar...así debería ser, odiar es la opción individual...
ResponderEliminarOdiar por envidia, por ambición, por fanatismo... ciertamente el puño y el corazón se cierran y golpean juntos...
Un aforismo muy acertado
Ignacio;
ResponderEliminarGracias por tus bellos comentarios en mi espacio. Siempre es un gusto recibir palabras sinceras de alguien tan sensible como vos.
A mí se me han cerrado los puños y el corazón muchas veces, víctima de profundo dolor, presa de la decepción, de la impotencia y de muchas cosas más. Pero en un instante mágico, alguien te mira, te acaricia, y uno vuelve a creer. Uno vuelve a empezar...
Te mando muchos cariños.
Gracias por ser tan amable conmigo.
...tengo que pensarme si estoy de acuerdo con esa frase, pero lo sí que está claro que es una frase preciosa...la pienso.
ResponderEliminarEntonces y corroboro, nada mejor que una palma abierta y extendida.
ResponderEliminarQue verdad tan gigante.
ResponderEliminarMe conmoví.
Cierto el odio cierra el corazón y los puños. También los he cerrado de dolor e impotencia.
ResponderEliminarSaludos
Eso ocurre después de amar, y antes de lograr la tan deseada indiferencia...
ResponderEliminarEs un paso necesario y obligado, mi buen amigo.
Un beso enorme , Ignacio.
SIL
Así es.
ResponderEliminarO sea que yo bailo con el corazón cerrado?
ResponderEliminarCuanto dices en pocas palabras, y muy ciertas.
ResponderEliminarMe gusta tu lectura, breve e intensa.
Besos.