Siempre me dieron pena esos niños que en el colegio trataban de ver mis cosas para usarlas luego. Era lo forma más clara de decir a voces que sabían que nunca podrían inventarse algo nuevo. Qué triste rendirse tan jóvenes. Qué triste tan jóvenes robando y rindiéndose y sabiéndose dejándose ser mediocres.
Como si no se supiera después cómo lo consiguieron. Como si no estuviera en sus mentes para siempre que es un logro robado, un logro inmerecido y no han disfrutado imaginando cómo hacerlo mejor por sí mismos.
Seguro que la maestra que me descalificó de un concurso porque no creyó que el cuento era mío sino copiado porque "era demasiado bueno" fue uno de esos niños que escurridizos copiaban.
Del fracaso y la vagueza en muchos casos
ResponderEliminarSiempre me dieron pena esos niños que en el colegio trataban de ver mis cosas para usarlas luego. Era lo forma más clara de decir a voces que sabían que nunca podrían inventarse algo nuevo. Qué triste rendirse tan jóvenes. Qué triste tan jóvenes robando y rindiéndose y sabiéndose dejándose ser mediocres.
ResponderEliminarComo si no se supiera después cómo lo consiguieron. Como si no estuviera en sus mentes para siempre que es un logro robado, un logro inmerecido y no han disfrutado imaginando cómo hacerlo mejor por sí mismos.
Seguro que la maestra que me descalificó de un concurso porque no creyó que el cuento era mío sino copiado porque "era demasiado bueno" fue uno de esos niños que escurridizos copiaban.
Y de la mediocridad extrema.
ResponderEliminarTe felicito.
Venir me encanta cada vez más.
Un abrazo grande.
eres grande macho...
ResponderEliminarun abrazo
Y la más triste.
ResponderEliminarBesos.